CHAMARTÍN-3 A.D. NAYA-0



Sábado 1 Marzo 2014
10:30 horas, Garcia La Mata
Chamartín Vergara- 3 / A.D.Naya-0

Vaya mañanita la del sábado. ¿Conocen esta expresión tan nuestra, tan de aquí, esa que habla de un día de perros? Pues bien, el sábado venía que ni pintada oiga, una jornada imposible para los jornaleros del balón y los simpatizantes del aplauso y bufanda. Ya podría empezar a saludar la primavera.   
Ay el futbol! Que caprichoso el jueguecito del balón. Los goles cayeron en el García La Mata como las hojas en otoño, de manera natural, con la cadencia justa, de forma bella y serena, signo de bonanza y salud futbolística. No hay mejor equipo que el Chamartín cuando se decide a jugar, y a ratos vaya si jugaron los de amarillo y negro.
Los de Luis, (Iribas se encontraba a miles de kilómetros muy a su pesar), dieron un buen golpe en la mesa en el momento en que más se cuestiona su jerarquía. La propaganda anunciaba que el Naya vendría a por los tres puntos pero la pura realidad es que se fue del Garcia La Mata marcado con una soberana tunda futbolística.
Fueron tres goles y pudieron ser seis, siete, cuatro, tanto da, porque el monólogo del Chamartín fue imparable para el Naya del que no hubo noticias. Si los delanteros del Chamartín dejaran de tiritar cada vez que enfilan hacia el gol, lo mismo necesitamos las dos manos para conocer el resultado. Deberían los muchachos de Iribas y Luis definir con precisión. Algunos fallos en el mano a mano solos ante el portero provocarán más de un sobresalto cardiáco, y si no al tiempo, aunque ya habrá tiempo de contarlo.
Luis apostó por un dibujo táctico sin apenas novedades. Cambian los nombres pero no la disposición de los jugadores sobre el césped en un modelo que los técnicos quieren memorizar. Esto es: Bajo palos Jaime, segurísimo por alto y un tanto dubitativo cuando el balón le ronda por los pies. Lorenzo echado al costado derecho y Miguel, en una novedosa demarcación, cosido a la banda izquierda. Ambos cuajaron un partido notable, poco exigidos en defensa y combinativos en ataque. Nico y Jorge apuntalaron la defensa desde el centro en una actuación sobria, algo que tampoco es noticia.
Cuco y Arturo desarrollaron labores de pivote, jugadores puente entre líneas. Jugaron un gran partido en un derroche de esfuerzo encomiable.
Justo por delante Raúl se encargó de servir de enganche, asistido por Pablito a la izquierda y Jan Pablo a la derecha y con Bikash anclado en el balcón del nueve esperando con la caña.
El partido nació favorable desde el mismo arranque. No había pasado apenas un minuto. Que digo, no llevaba la contienda ni veinte segundos cuando Cuco  encontró puerta. El 1-0, ante la incredulidad general por la rapidez del tanto, trajo alivio a los de Luis, jugando minutos primorosos durante un buen rato. El Chamartín parecía enfurecido, tan suave con su juego y sus goles como colérico en su determinación por la victoria, más enfebrecido que nunca, tan romántico que no se dio por satisfecho hasta que cayó el segundo.
El Naya parecía desbordado por la exuberancia del Chamartín, muy enchufado en el partido. Achicaban fuerte los zagueros con Jorge y Nico ondeando la bandera desde lo alto del castillo. Mezclaban bien los medios, especialmente interesante el triángulo Cuco, Arturo y Raúl jugando al Snooker con los pies con gran precisión. Y se desmarcaban rápidamente los delanteros, todos muy concentrados y sintonizados en la misma frecuencia, Jan Pablo y Pablito como dos puñales incisivos y Bikash como un despiadado cazador siempre pendiente de su presa. Jugaron como si hubieran convenido que el partido se decidía en cada jugada. Así que se imponía una defensa sin concesiones, siempre tensa, y una delantera muy concreta, nada retórica.
La intensidad local dejó en fuera del juego a los del Naya. Pasado el cuarto de hora, el equipo de rayas negras y amarillas ya contaba dos goles, los dos inapelables, expresión inequívoca del dominio ejercido por los actores principales de la función. Jorge lanzó un golpe franco casi desde la M-30, bien pegada y con un bote kilométrico, el balón saltó primero por encima de la defensa y después del portero, como si se tratara de una partida de damas. Comido y a casa.
El protagonismo de Jorge fue tan categórico que se permitió la licencia de volver a disparar poco después con un toque sutil, delicioso. La pierna derecha más vitaminada del partido a punto estuvo de hacer doblete.
Al rato repicó Pablito después de un centro malicioso de Raúl. El gol no subió al marcador por fuera de juego, aunque para entonces los de Luis ya jugaban cuesta abajo, subidos en una catarata que desembocaba irremediablemente en los tres palos del Naya. Obcecados los visitantes con un marcaje hombre a hombre de Bikash, los del Chamartín marcaron las diferencias con el fútbol de sus medios y el oportunismo de los delanteros, más afilados y agresivos que los del rival, sorprendentemente dóciles, superados por el ímpetu del contrario y la necesidad de sumar. 
El Naya necesitaba salir a puntuar en casa del Chamartín si conservaba esperanzas de sobrevivir en la categoría. Obligado a atacar en línea recta, fue sorprendido por el juego circular y de triangulación del rival. Al Chamartín el sábado había que jugarle desde la trinchera y no a campo abierto, como un equipo pequeño y no con grandeza, desde el estraperlo y no del intercambio de propuestas futbolísticas. Ni dando un paso atrás atemperó el Naya la fiebre del Chamartín, soberano, supremo y ganador, más efectivo que nunca, siempre dispuesto a poner punto y final a cada ocasión.
El segundo tiempo ofreció algo más de lo mismo, con un control totalitario del encuentro. Dio entrada Luis a Gonzalo quién sustituyo a Jan Pablo. Es Gonzalo un futbolista comprometido. Fue entrar en el campo y ya estaba dando saltos e incordiando al rival. No pasaron ni tres minutos cuando, después de un robo de Bikash, portentoso en la lucha cuerpo a cuerpo, Gonzalo rebaño a puerta vacía el tercer y definitivo tanto. El 3-0 pesó tanto en el Naya que desde entonces toda la grada se dedicó a mirar el reloj.
Arturo dejó espacio a Bonilla, quién tuvo tiempo de sacar a pasear la clase de su pierna izquierda atreviéndose con un disparo que a punto estuvo de entrar. Albendea, habitual en el once inicial saltó en esta ocasión mediada la segunda parte. Es el Chamartín un equipo solidario donde todos tratan de sumar jueguen lo que jueguen. Albendea dejó buenos minutos  ocupando primero la banda y después la posición de nueve.
Ramos ocupó la demarcación de Lorenzo y Alex entró por Bikash casi como epilogo.  Como si se tratará de un ejercicio de estilo hasta el mismo final del partido, el bisturí de Alex se impuso al cañón enmudecido del Naya. La velocidad del juego local cuestionó el musculo visitante. El Chamartín, más futbolero que nunca, siempre fiable, salió airoso de la encerrona climatológica, y en el García La Mata esperemos que continúen cayendo los goles como las hojas en otoño.


SANTA ANA-CHAMARTIN

CHAMARTIN-ATLETICO MADRILEÑO

Vicalvaro 1-Chamartín Vergara 1

Vicalvaro CF- 1
Chamartín Vergara- 1
18:00 horas, Sábado 8 de Febrero 2014


La tarde se presentaba odiosa. Frio ártico, viento racheado y lluvia como regalo final. Una verdadera delicia. Mariano Medina hubiera dedicado un monográfico a semejante festival meteorológico. Sean cuales fueran las intenciones de Eolo y compañía, a las seis en punto los futbolistas y aficiones aparecieron en escena tiritando.
La formación de Iribas y Luis fue un síntoma evidente de la línea de estabilidad que promueve la pareja de técnicos en esta segunda fase del curso. Repitieron hombre por hombre las posiciones de la semana anterior, esto es: Jaime bajo palos, Lorenzo y Dario en los laterales, y Arturo y Jorge cerrando la línea de cuatro como centrales. Luis y Cuco por delante de la zaga actuando como pivotes, Albendea y Jan Pablo de interiores, Gonzalo de enganche entre líneas y Bikash con el ancla echada en zona de nueve.
Los de Vicalvaro recularon de salida para replegarse en la divisoria al tiempo que avanzaban los del Chamartín con Gonzalo como volante para llenar mejor la línea de medios. El muro del Vicalvaro parecía impenetrable por poblado. Apariencia pura porque su zaga era inanimada, de cartón piedra, un futbolín. 
El Chamartín ametralló al equipo local, que ardió como un coloso en llamas en su propio estadio durante el primer tramo del partido, estremecido por la eficaz actuación del equipo visitante, correcto técnicamente, perseverante incluso cuando se daba por descontada la victoria, especialmente futbolero en una tarde noche de inclemencia brutal.
Por un día, los locales no fueron un mal enemigo sino que amenizaron el juego del Chamartín, superior colectiva e individualmente, tanto en los detalles como en el grueso de la contienda. Por líneas, Jorge, Gonzalo y Bikash tomaron papeles solistas, desequilibrantes como cerrojo, cartero y ariete.  El resto de violinistas dejaron sin sentido a los percusionistas del Vicalvaro en un partido bien manejado en el arranque. Desde la destreza, los de Iribas jugaron con determinación y confianza, siempre muy juntos, alegres y al mismo tiempo responsables, siempre con un punto de fiebre para presionar como un solo bloque, inalcanzables para el adversario.
Los interiores del Chamartín afilaron las botas y su caudal de pases interiores rajó las espaldas de la defensa contraria en menos de un cuarto de hora cuando Bikash dispuso de una clarísima oportunidad que desbarató el portero en última instancia. Tocaban Gonzalo, Cuco y Raul de forma selectiva a la misma velocidad que Albendea, Jan Pablo y Bikash tiraban el desmarque para recibir en situación de enfrentar al portero en el mano a mano. Los remates se sucedían de forma tan selectiva como precisa. La velocidad física y mental visitante contrastaba con la fragilidad local. Marcó Bikash justo recién arrancada la segunda mitad, y también se le negaron por muy poco dos goles a Gonzalo y Albendea. Afeitado por la ausencia de calidad, el plantel del Vicalvaro quedó diseminado en la cancha, atropellado en su propio campo.
Pero el Vicalvaro despertó. El Chamartin poco a poco se fue haciendo pequeño, llegaron las dudas, diluido y con muestras de cansancio. Los pases empezaron a no encontrar destino y las oportunidades se equilibraron en una ruleta rusa francamente amenazadora. Una soberana parada a bocajarro de Jaime, quién supo rectificar a tiempo el fallo de su salida en la misma jugada, supuso el primer aviso serio. 
Iribas introdujo pequeñas variantes durante el segundo tiempo. Pablito se incorporó al terreno de juego con la intención de dinamizar la punta del equipo sustituyendo a Jan Pablo. Albendea dejó paso a Miguel, quién ofreció también parte de su repertorio tendido en equilibrio sobre la línea de cal. Diego también dispuso de minutos ocupando la plaza que dejó vacante Gonzalo.
El Vicalvaro es hoy es un equipo indefinido, ni una cosa ni otra. Y por ello, peligroso. Tenía el Chamartín los tres puntos en el bolsillo pero fue incapaz de cerrarlo. Cuajado de futbolistas anónimos, jugadores de acompañamiento, el Vicalvaro encontró premio a su tesón con un empate en los minutos de la basura. El tanto local fue un jarro de agua helada. Aunque dicho sea de paso, un castigo merecido.
La actuación del Chamartín fue tan impecable durante tanto tiempo que no merecía mancha, así que el partido se acabó con la misma liturgia y grandeza que empezó, con la hinchada disfrutando de sus futbolistas, apoyando a sus jugadores en una noche fría memorable, festejando un partido que refuerza la condición del Chamartín como equipo revelación en su primera temporada en la máxima categoría regional.

Próxima estación Atlético Madrileño. Imposible dejar de pensar en el partido de ida. Al igual que Mohammad Alí, el Chamartín en casa vuela como una mariposa y pica como una abeja. Aupa Chamartín. 

CHAMARTIN/GETAFE



CHAMARTIN VERGARA 3
GETAFE “B” 2

Sábado 1 de Febrero 2014
Garcia La Mata, 10:30 Horas



Sencillamente emocionante. Perseguía el Chamartín Vergara una victoria redentora desde hacía ya demasiado tiempo, que llegó por fin con el nacimiento del mes de febrero, sin duda fecha clave que marca el punto de inflexión en la temporada después de una catastrófica sucesión de resultados calamitosos.

No se recordaba un buen partido del Chamartín en el Garcia La Mata desde ni se sabe cuando. Pero la historia y la estadística están para ser cambiadas. En lugar de amarrarse a la virtud de un solo hombre,  esta vez el héroe ante los jugadores del Getafe fue el EQUIPO, el conjunto coreografiado de catorce futbolistas que desde el mismo pitido inicial buscaron la victoria con un empeño y determinación inédita hasta la fecha. Un monumento de partido.

El duelo se resolvió en los pequeños detalles, en las batallas locales, de lateral a lateral, de portero a extremo, todos jugando muy juntos y lo que es más importante, sabiendo a que quieren jugar.

Con las bajas de Nico y del lesionado Juan, (quién se asomó por el estadio con muletas para dar aliento a sus compañeros), Iribas, con la incorporación en el banquillo de Luis, apostó por más cambios tal y como sucedió la jornada anterior. El mejor guion necesita a veces de recursos sorpresa para ser bonito.
El equipo formó con un 4-2-3-1 con Jaime fijo bajo los palos. Lorenzo migró desde el lateral zurdo hasta la banda derecha con notable. Esta vez, la banda izquierda fue ocupada por Dario quien cuajó un partido completísimo. En el centro de la zaga Jorge lideró magistralmente la retaguardia esta vez con Arturo como compañero, intachable todo el partido.

Por delante buenas noticias. Raul regresaba a un terreno de juego una vez cumplida su sanción y lo hizo a lo grande. Mantuvo la serenidad que se le reclamaba y estuvo sensacional en el corte y salida de balón. Cuco le acompañó en el pivote aportando la clase que atesora su pierna izquierda.

En el ataque Jan Pablo ocupó el interior derecho, plaza que parece hecha a la medida de sus facultades. Estuvo rápido y desbordo cuando quiso. Provocó numerosas oportunidades llegando hasta la misma línea de gol facturando un partido para enmarcar. En la otra costa jugó Albendea, menos desequilibrante que en otras ocasiones pero importantísimo en el repliegue. Como enganche entre la retaguardia y el ataque jugó Gonzalo. ¡Que futbolista! Entendió desde el primer minuto lo que el partido reclamaba, suministrando una y otra vez balones a la espalda de los centrales. Sensacional. En la punta del ataque se ancló Bikash quién simplemente estuvo majestuso. No dio un solo balón por perdido creando incontables situaciones de peligro, una pesadilla para la defensa rival.Poco se puede añadir a la actuación de un futbolista tan comprometido y determinante.   

El partido arrancó gafado. Antes de que el público tuviera tiempo de sentarse el Getafe se adelantó de cabeza a la salida de un corner. Y ahí empezó a ganar el partido el Chamartín, paradojas del futbol.
No pasó demasiado tiempo hasta que Gonzalo rebañara un balón que otro daría por perdido y subió el 1-1 al marcador. Sirva para la estadística que se trataba del gol número 100 del jugador en su trayectoria en el Chamartín, una gesta imposible de ignorar.

El Getafe logro introducir un balón entre líneas para adelantarse de nuevo en el marcador. Un gran gol de un, por cierto, estupendo equipo de futbol. La conexión Gonzalo-Bikash tuvo premio casi de inmediato, cuando un balón del primero a la espalda de la defensa trituró al portero visitante con un gran disparo de Bikash. El empate no alteró el paisaje del partido. Al Getafe le bastaba con forzar un córner o una falta de vez en cuando y persistía el Chamartín en un juego de bricolaje más emocionante que resolutivo, reiterativo en el pase interior, alejado de la convencionalidad futbolística. 2-2 y a la caseta.  


La envergadura del Getafe hizo daño a los muchachos de Iribas. Necesitaba el Chamartín zagueros de tallo largo para defender las jugadas de estrategia y el poderío físico de los delanteros del sur de Madrid, de la misma manera que precisaban de volantes finos y pacientes para alcanzar el marco rival. Hablando claro, Jorge y Arturo sólidos detrás con el apoyo de Raul y Jan Pablo, Gonzalo y Albendea por delante. Así contado, el plan no parecía malo, o al menos a nadie nos lo pareció. Nada de retórica, futbol minimalista.

En el primer tramo del segundo acto, Iribas introdujo a Pablito y Bonilla en el campo buscando algo más de profundidad. El Chamartín dominaba pero no profundizaba ni ensanchaba el campo, no le daba velocidad al balón ni le hacía cosquillas al Getafe. Bonilla y Pablito ofrecieron al equipo exactamente lo que reclamaba. 

No acababan de mezclar bien los ingredientes locales y no había manera de enfocar el marco del Getafe. Hasta que de nuevo emergió la figura de Bikash en una jugada típica de su futbol: llegar a la meta cueste lo que cueste. Incansable, persiguió un balón dividido en la línea de tres cuartos y los arrastro a golpe de coraje hasta la misma raya de gol. Un ejercicio de gladiador con un premio colosal en forma de tres puntos.


La hinchada empezaba a saborear un partido de altura. Oscar saltó al campo para dotar al equipo solidez defensiva. Combativo, segó cualquier intento de aproximación visitante en un ejercicio de combate de trinchera brutal, solucionando problemas en la versión futbolística del Señor Lobo de Tarantino. El Getafe inclinó definitivamente el terreno de juego, jugando el último tercio del partido cuesta abajo. No había lugar, en cualquier caso, para el arrebato ni para perder los nervios, ni para cambiar de plan, sino para insistir en la estética y en el juego preciosista con coraje. Y es entonces cuando los once futbolistas del Chamartín jugaron como un solo hombre, un espectáculo solidario digno de ver.


Para darle mayor emoción si cabe, el Chamartín Vergara dispuso de la oportunidad de cerrar el encuentro al señalarle un claro penalti a favor. Arturo esta vez no acertó a marcar, ofreciendo unos últimos minutos de infarto.

El colegiado trató de provocar alguna que otra taquicardia en el graderío alargando el encuentro durante seis minutos de manera claramente innecesaria. Sea como fuere, el marcador ya no se movió más y el equipo celebró la consecución de los tres puntos abrazados en el centro del campo, una instantánea memorable para un partido de época fruto de la tenacidad colectiva. Aupa Chamartín.


CHAMARTIN VERGARA: JAIME, LORENZO, ARTURO, JORGE, DARIO, LUIS, CUCO, JAN PABLO (Oscar), ALBENDEA (Bonilla), GONZALO (Pablito), BIKASH.


U.D. ADARVE 2- CHAMARTIN VERGARA 0

U.D. ADARVE-2 CHAMARTIN VERGARA 0
Sábado 25 de enero 2014, 12:15 horas


El pasado sábado el Chamartín Vergara no pudo añadir una victoria al catálogo de jornadas memorables que vivimos al principio de temporada. Santo y seña de equipo honrado, club modesto y de buen gusto por el fútbol, le falta todavía este curso una sexta marcha que lo equipare con la poderosa competencia que le llama a debate semana tras semana.
Es el Chamartín un equipo que necesita un golpe de efecto, una remontada como signo de rebeldía y arrebato, señal inequívoca de su resistencia a claudicar. El sábado se empezó a construir el Chamartín Vergara 2.0. Dejó el equipo de rayas amarillas y negras detalles para el optimismo. No será el Adarve quien cante el réquiem al equipo de Iribas y compañía, mitad coloso, mitad guerrero, a veces estético y en otras épico, siempre presente en una segunda parte de la temporada que se avecina de infarto.
Las primeras noticias llegaron desde el banquillo. Circunstancialmente ausente Iribas, tomó las riendas del equipo Luis, quién apostó por un cambio de cromos sobre el tapete. No hubo novedad bajo palos con Jaime. Lorenzo y Jan Pablo ocuparon las bandas, en una posición donde pareció más cómodo el primero. El centro de la zaga también sin novedad, con Nico y Jorge propietarios de la plaza a tiempo completo.
Por delante Luis incrustó a Alex y Cuco en una posición inédita esta temporada para el zurdo, cuajando un partido notable, especialmente en el primer acto.
No solo en el banquillo se vieron caras nuevas. Con el número 21 a la espalda aterrizó en el campo Gonzalo, un futbolista con mayúsculas que no se amilanó en ningún embite de la contienda por mucho que fuera su debut. Protagonizó todo el juego ofensivo y batalló en la recuperación con jugadores mucho más corpulentos. Un portento. Un ejemplo.
Por delante Pablito y Albendea ocuparon los interiores dejando a Bikash de boya.
Apretó ya de salida el Chamartín, con una alineación valiente y flexible, sobre todo por la versatilidad de Gonzalo en un equipo desplegado a partir del 4-2-3-1. Iban y venían los del Chamartín sin parar, intensos y agresivos con el balón, excelentes en la recuperación, imposibles de defender por el Adarve. Al cuarto de hora ya habían contado un disparo de Gonzalo y una llegada de Bikash.
Extraordinario en la presión, el Chamartín jugaba en el campo del Adarve. Acortada la cancha, el ataque por ambos lados era constante, como si se jugara el final del partido y no el comienzo, encarados los dos equipos por entero hacia la portería rival. Los ataques eran rápidos, los remates selectivos y las ocasiones suficientes para marcar.
El partido pertenecía a los medios: Alex y Jorge, quien estuvo sensacional durante los primeros 35 minutos, y Gonzalo más 10 que nunca, porque Pablito y Albendea abrían el campo por las bandas y Bikash ejercía de 9. Lástima que el último pase no llegase nunca en espacios más cortos y siempre fueran balones demasiado divididos.
Con la llegada del segundo tiempo el Chamartín se derritió. No hay cerrojo que se resista a la insistencia de un equipo más armado. El Adarve edificó un partido efectivo en la segunda parte, muy bien gestionado desde su imponente central hasta el hiperactivo ariete. El Adarve acabó con la organización defensiva del Chamartín y acertó batiendo a Jaime en una contra local posiblemente en fuera de juego. La jugada expresó las disfunciones de la zaga en la segunda parte. Los dos laterales profundizan sin atender que los centrales se quedan en situaciones de uno contra uno con los delanteros. Armaron el 2-0 con un disparo desde fuera del área directo a la escuadra, nada pudo hacer Jaime y poco tuvo que decir el Chamartín. Claudico con un honesto  colorín colorado.
Luis dio entrada a Oscar, quién ocupó lugar en el centro del campo. Estuvo muy acertado el 2 en una posición novedosa. Diego ofreció su habitual desparpajo. Dario, Miguel y Ramos completaron los cambios, dejando todos ellos buenos minutos sobre el terreno. Apretaron los aficionados, se entregaron los jugadores y acertó el entrenador con la rueda de cambios. No le quedo a Luis otra que adelantar la línea de presión, buscar el campo del Adarve y lanzarse a por la épica. El tanteo se quedó como estaba, después de un par de achuchones de los chicos de Luis y una falta botada por Jorge.

Como decíamos, a punto de terminar la primera vuelta, renace el Chamartín Vergara 2.0. Ya se sabe que la inspiración viene trabajando. No hay nada mejor para recuperar la moral que una jornada de varapalos con regusto dulce. Las mejores victorias acostumbran a llegar después de las derrotas más dolorosas, sobre todo en los grandes equipos, aquellos que conquistan sus objetivos y defienden su jerarquía en los momentos más exigentes. La permanencia es un verdadero reto. Se perdió, pero también se ganó, paradojas del balompié. Aupa Chamartín. 

Chamartin 0- Aravaca 3

Pendiente